viernes, 6 de abril de 2012

Actividades complementarias

 Taller sobre prejuicios y emociones en el Trabajo Social
(23.04.2012)

En esta sesión tuvimos la oportunidad de conocer y escuchar al terapeuta Sergio López, quien le ha dado a la terapia un enfoque más filosófico.
Su exposición intenta acercarnos a la  Programación Neurolingüística. Después se presenta un caso práctico con la finalidad de mostrar  algunas de las actitudes y comportamientos que puede tener un trabajador social con prejuicios.
La Programación neurolingüística (PNL) es un modelo psicocognitivo que nace en los años 70 en EEUU, resultado de la síntesis de otros modelos. La PNL es un modelo de comunicación interpersonal que se ocupa fundamentalmente de la relación entre los comportamientos exitosos y las experiencias subjetivas —en especial, modelos de pensamiento— subyacentes. Parte de la presuposición de que todas las conductas humanas tienen una programación y,  según este modelo, existen dos paradigmas en la relación de ayuda: uno es el de la inteligencia emocional y el otro es de la programación neurolingüística.
La PNL apunta a la comunicación y a la percepción, desarrolla unas técnicas con el fin de  saber cómo se estructura lo mental. ¿Y cómo entrar en lo que está dentro? ¿Cómo entra en juego lo cognitivo cuando estamos con el usuario? Desde el mundo de la relación de ayuda, “venciendo los prejuicios de querer ser los invasores”, hay que saber cómo funciona el otro, a través de la escucha activa y el feedback. El metamodelo[1] se centra en saber interpretar cómo se habla. Esta idea es herencia de Chomsky, según el cual expresarse es una experiencia secundaria.
Entre la terapia y la relación social hay algo en común, en ambos el proceso es el mismo, en el que se pasa de la situación presente a la situación de mejora. Los dos comparte los mismos objetivos: que sea realizable a corto plazo, debe depender de uno mismo y debe tener un termómetro personal, es decir, saber que se estan consiguiendo los objetivos marcados

INTELIGENCIA EMOCIONAL
La inteligencia emocional es la capacidad para reconocer sentimientos propios y ajenos, y la habilidad para manejarlos. El término fue popularizado por Daniel Goleman, con su libro: Emotional Intelligence, publicado en 1995. Goleman estima que la inteligencia emocional se puede organizar entorno a cinco capacidades: conocer las emociones y sentimientos propios, manejarlos, reconocerlos, crear la propia motivación, y gestionar las relaciones.
Existen cuatro emociones básicas que son: la alegría, la tristeza, el miedo y la rabia. La alegría es la única que no es problemática; la tristeza se produce ante una pérdida y la superación precisa identificar qué es lo que me produjo esa tristeza, después hay que asumir y afrontar; el miedo puede ser ante el dolor, la muerte o lo desconocido. Cuando el objeto que tenemos delante es externo se puede actuar de dos maneras, reculando (alejándonos) o afrontándolo. Pero si el objeto que me produce miedo no es tan fácil de identificar y no es externo es ansiedad y no  miedo lo que experimentamos, ocasionada por el desconocimiento de ese objeto que nos produce inseguridad. Aquí hay que tener cuidado de que esta ansiedad no se prolongue para que no cree angustia y, finalmente, se convierta en depresión; la rabia: una situación que nos ha generado rabia puede provocar ganas de pegarle a alguien, pero esta reacción violaría un orden social establecido, por tanto, lo más conveniente es no hacerlo. El problema surge cuando esta emoción no se gestiona o no es posible expresarla. Sin embargo la sensación de rabia tiende a aminorar.

Desde el paradigma de la integencia emocional lo ideal es controlar la rabia, el miedo y la tristeza.

CASO PRÁCTICO
Identificar los prejuicios y las emociones que están presentes en la 1ª entrevista de un usuario ante el/la trabajador/a social.
. ¿Qué creencias o prejuicios consideras que refleja el caso?
El trabajador social piensa que le va dar problemas porque supuestamente es un chaval peligroso  ua que  pertenece a una banda callejera. Además parte del supuesto de que el chico sólo busca ayudas económicas.
. ¿Qué aciertos y desaciertos señalarías en cuanto al desempeño del trabajador social?
Se equivoca al juzgarlo antes de empezar la entrevista.
Pone en evidencia su incompetencia y sus miedos ante compañeros.
Deriva al usuario sin valorar su necesidad solamente por el interés propio de “quitárselo de encima” y ahorrarse esfuerzo y trabajo.
No sabe hacer frente a situaciones difíciles.

. ¿Qué emociones detectas que vive a lo largo de toda su gestión dicho trabajador social?
Miedo, pasividad, cansancio, rechazo, soberbia…
Entre soberbia y el miedo, este último es lo más visceral, lo más primitivo. Los sentimientos tienen mucho de elaboración cognitiva donde también tiene peso nuestros valores y codificaciones morales que tenemos alrededor. Detrás de la soberbia se filtra todos unos parámetros culturales. Lo que fundamenta estos sentimientos son las emociones.
.¿Cómo crees que maneja o resuelve esas emociones?
Este profesional no es consciente de sus emociones, no las afronta y ello le impide desempeñar su profesión de forma eficaz. Él huye de las situaciones difíciles en las que no se siente cómodo, algo contradictorio al Trabajo Social. Posiblemente su actuación sea responsable del mal funcionamiento de las instituciones.


[1] Es uno de los pilares del PNL, junto con el Sistema representacional


No hay comentarios:

Publicar un comentario